No se quien soy en tu vida. Desocnozco por completo en que me converti, que puesto ocupo, si estoy en el banco de sumplentes o estoy en la cancha, sin poder darme cuenta de que me queres en el juego aunque no me lo digas. Sin poder reaccionar, como si no pudiese despegarme de donde estoy, necesitando que me expliques que hago jugando si hace rato que no me queres más.